domingo, 22 de enero de 2012

La misma piedra

¿Cuántas veces te has preguntado por qué no dejas de tropezar con la misma piedra?

El mismo error se te repite una y otra vez abocándote al fracaso. ¡Qué mala suerte!, piensas. Y maldices a la vida al tiempo que vas perdiendo la esperanza y sintiendo cada vez menos deseos de intentarlo y con menos fuerzas para hacerlo.

Pero llega un momento, normalmente cuando ya no podemos más y tocamos fondo (esa es la magia del sufrimiento, que nos enseña y nos hace reaccionar, sin él jamás aprenderíamos a ser mejores porque no tendríamos nada que nos motivase a ello), en que se nos hace evidente que no puede ser solo cuestión de azar. Y llegados a este punto no nos queda más que reconocer que algo tendremos que ver en ello.

Todos tropezamos, todos nos equivocamos, eso es humano y enriquecedor. Pero si siempre es el mismo error y en algo que verdaderamente te importa, plantéate por qué te limitas a repetirlo y no haces nada por cambiarlo. Porque si de verdad es tan importante para ti, si de verdad te molesta tanto que no dé salido bien... ¿por qué estás repitiendo los mismo patrones una y otra vez?

La respuesta puede ser variada y hace falta conocer cada caso en concreto, conocerse a uno mismo y sobre todo serse muy sincero y atreverse a reconocer ese motivo oculto. Porque sí, en estos casos siempre es algo que no queremos reconocer y por ello nos excusamos en que son las circunstancias que nos llevan a ello.

A veces es simplemente una "profecía autocumplida", estamos convencidos de que saldrá mal y buscamos por todos los medios que así sea para darnos la razón. Sí, suena absurdo pero os sorprendería comprobar cómo sucede todos los días. La mejor solución para estos casos es primero darse cuenta de que uno tiene miedo, eso ya hace mucho, y segundo cultivar la fe, la confianza y la esperanza; tema que dará para un post completo por su complejidad.

¡Cuánto nos cuesta CREER sin que haya ninguna garantía! Pero la vida nunca da garantías, la única garantía eres tú mismo, tu fuerza, tu optimismo y tu determinación. Así que cree en ellas y vete hasta dónde sueñes llegar.

Porque como siempre, creer en uno mismo es la base de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario