martes, 26 de abril de 2011

La dedicatoria de tu vida

En nuestra vida dedicamos energía y esfuerzo a múltiples actividades. ¿Dedicamos? Por desgracia, muchas veces derrochamos. Porque a cada cosa hay que brindarle la atención y prestarle la voluntad que se merece. ¿Y cómo saber qué se lo merece? Simplemente preguntándonos si nos hace Feliz.
Hay personas que se gastan la vida en cosas que, al final de sus días, les hacen miran atrás y preguntarse: ¿Para qué? Si realmente perdí de dedicar mi tiempo a otras cosas mucho más importantes. Esto sucede porque es fácil dejarse llevar, dejarse ir con aquello a lo que la sociedad nos empuja, con lo que se espera de nosotros, con lo que consideramos que debemos hacer, con lo que creemos que nos hará más respetables a ojos de los demás. Nos hemos creado una sociedad en la que vivimos muy rápido, no hay tiempo para pensar y eso nos encanta, así no hay que pararse a analizar si lo estamos haciendo bien o, la pregunta que más tememos, si somos felices.
Por eso en la vida son tan importantes los puntos de inflexión, esos momentos en que echamos el freno y decimos: ¿qué estoy haciendo con mi vida? Porque ¿cómo esperamos ser felices si relegamos aquello que nos apasiona a una pequeña parcela? El problema es que muchas veces ni queremos reconocernos lo que nos apasiona: ¿y si no tenemos el coraje de ir a por ello? ¿y si es difícil y no somos capaces? ¿y si fracasamos? ¿y si nos desprecian? O lo que es peor ¿y si disfrutamos de ello y luego lo perdemos? Como siempre, cobardía, cobardía de vivir, cobardía para ser feliz, porque para luchar por la felicidad hay que estar dispuesto a perderla y aún así seguir fuerte para volver a recuperarla.
No derroches la vida, dedícala. Hermosa palabra “dedicar”

Y tú, ¿dedicas más tiempo a lo que más Feliz te hace? Espero que así sea.

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