miércoles, 6 de abril de 2011

El lenguaje del amor

Siempre os estoy hablando de VIVIR, de VIVIR con mayúsculas pero… ¿acaso existe un solo modo de vivir? Por supuesto que no, ya que no son iguales las cosas que nos hacen sentir vivos a cada uno de nosotros. Esa es la magia de la vida: que cada uno ha de averiguar en qué cosiste para él VIVIR.
Y si hay muchos modos de VIVIR también hay muchos lenguajes de la vida, es decir, ese modo que tenemos de expresar todas nuestras emociones, inquietudes, percepciones…
Hoy voy a hablaros de los cinco lenguajes del amor. Ni tres, ni cuatro, ni seis; cinco son los modos que tenemos de expresar el más maravilloso de los sentimientos. En función de cuáles sean aquellos que más utilicemos, nos sentiremos más queridos por las personas que se expresen en nuestro lenguaje y, por desgracia, menos queridos por los que se expresen en los demás pese a que pueden estar amándonos con locura, pero el caso es que nosotros no lo percibiremos de ese modo. Me parece muy importante conocer esto, en primer lugar para no ser tan rápidos a la hora de sentir esa falta de afecto y en segundo lugar, y más importante, para ser capaces de reconocer el lenguaje de los demás y hablarles en el suyo si deseamos que se sientan realmente queridos. Así lograremos una comunicación efectiva.
Los cinco lenguajes son:
-          El contacto físico: las caricias, los abrazos, las miradas, los besos, coger de la mano… Un lenguaje sin palabras que, al contrario que éstas, no da lugar a equívocos y es imposible de manipular.
-          Las palabras: otras personas prefieren el lenguaje oral, expresar lo que sienten de modo explícito, elogiar… porque las palabras quedan grabadas en nuestra memoria más que cualquier otra cosa.
-          El tiempo de calidad: consiste en pasar tiempo con la persona amada “porque sí”, dedicarle nuestra atención con la única finalidad de estar con ella. En una sociedad dónde el tiempo es oro y todo ha de tener una finalidad evidente, que te regalen tiempo es todo un lujo.
-          Los regalos: no hablamos de un afán consumista que suplante las demostraciones de afecto con algo material, sino del hecho de obsequiar de corazón, aunque se trate de pequeñas cosas sin valor; es la generosidad lo que prima en este lenguaje.
-          Los actos de servicio: hacer cosas por el otro para que él tenga más tiempo libre, sacarle de realizar las tareas que le resultan desagradables… en resumidas cuentas facilitarle la vida todo lo que podamos.
Ahora que conocéis los cinco lenguajes, fijaos en cuál se expresa la persona amada y procurad hablarle en el mismo si queréis que entienda lo que sentís por ella. Del mismo modo, antes de aseverar que alguien no os ama, paraos a pensar si os está hablando en otro idioma, pero hablando al fin y al cabo.

Y tú, ¿en qué lenguaje VIVES?

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