sábado, 7 de mayo de 2011

¿A quién votarás para que gobierne tu vida? (1ª parte)

Cuando una persona tiene una revelación en su vida, surge inmediatamente la necesidad de compartirla con los demás; si eso te ha ayudado a ti quizás sirva para más gente. Pues bien, ahí va la mía: he conocido al ego.
La idea que todos tenemos de quién soy Yo se compone de dos partes: el ego, o la persona que creemos ser, y la persona que en realidad somos que llamaré el alma. Esta frase describe muy bien esa dualidad: "Dos personas han estado viviendo en ti durante toda tu existencia. Una es el ego: charlatana, exigente, histérica, calculadora; la otra es el ser espiritual oculto, cuya queda y sabia voz has oído y atendido sólo en raras ocasiones". Como bien dice la cita, el ego es quien gobierna, en mayor o menor medida, la vida de todos, excepto la de quienes ya lo conocen porque estos no suelen reelegirlo para el puesto. Por eso, antes de que volváis a votarlo en las próximas elecciones, quiero que lo conozcáis a fondo.
El ego presenta su candidatura anunciándonos que es nuestro valedor contra el miedo que nos da el mundo. Él sabe perfectamente que tenemos miedo, ha vivido nuestra infancia, nuestros traumas, nuestros fracasos y nuestro sufrimiento, conoce al dedillo nuestras debilidades y temores.  Y él está aquí para evitarlo. ¿Cómo? Bien, en su programa electoral están las certezas, nos crea dogmas e ideas prefijadas que nosotros tomamos por ciertas y comenzamos a actuar en base a ellas, así no tenemos miedo, lo que da miedo es lo desconocido, pero en el momento en que crees saber lo que va a suceder ya no temes, ya te antepones a ello con tus acciones. Creemos que vemos venir las cosas, que sabemos cómo va a acabar esta relación si salimos con tal persona, cómo nos irá tal negocio si nos metemos a ello… y la realidad es que sólo son opiniones muy personales y, para colmo, basadas en el miedo, porque el ego no quiere cosas nuevas, quiere que te quedes exactamente cómo estás, gobernado por él, sin sobresaltos ni novedades y le importa un bledo si eso te hace feliz (eso no está en su candidatura).  Quizás sea más sabio y más sano asumir que la vida es una sorpresa constante, no tienes ni idea de lo que va a pasar, vive, experimenta, déjate fluir con la marea de la vida y averigua a qué playas te lleva, eso es lo que te ofrece el alma porque esa es la realidad, al alma no le importa lo que a ti te hace sentir seguro, al alma le importa que vivas según las normas de la Vida, no según esas que tú te has creado para sentirte seguro en esa cárcel que el ego te ha construido, porque eso es lo que ha hecho, ¿quieres seguridad? Yo te encierro aquí y ya verás qué bien.
Más puntos del programa electoral del ego. Hacerte creer que los demás son malos, porque relacionarte con ellos puede dañarte, da miedo, mejor convencerse que no tienen nada bueno que aportarte. Así, comienza a juzgar todos sus actos, a condenarlos haciéndote sufrir con ellos, a aconsejarte que te alejes, o, si no lo consigue, a querer que tú los controles e impongas tu modo de hacer las cosas y ver el mundo, o sea, el de tu ego. Pero, no te equivoques: no sólo juzga y condena a los demás, también hace lo mismo contigo constantemente, juzga, condena y censura todos tus actos, hasta que te sientas tan inseguro de ti que no veas más que defectos en todos los que te rodean. ¿Qué ofrece el alma al respecto? El Perdón. Aprender a perdonar, a ser compasivos con los demás. Porque verás que si empiezas a comprender a los demás, a ser compasivo con ellos y entender que tienen sus debilidades, inmediatamente comprobarás que eres capaz de comenzar a perdonarte a ti mismo y dejar de odiarte por tus errores o debilidades. El alma intenta que mejores pero lo hace como una madre cariñosa, jamás te culpará, jamás te machacará. Eso es cosa del ego para poder mantener su reinado del terror porque a estas alturas ya habrás comprobado que, pese a venderte que te protege del miedo, lo único que hace es anclarte a él. Otra de sus armas para conseguirlo es hacer que te sientas culpable, él no te perdona, él te recuerda las veces que erraste, las que fuiste débil, y te recuerda que no mereces nada mejor que quedarte cómo estás. El ego te estanca, el alma te perdona y te hace avanzar. El ego contaminará todas las relaciones que establezcas por muy buenas que sean, empezará a juzgar, a sacarles sus debilidades y decirte que no son adecuadas para ti, siempre que te sientas mal en tus relaciones con los demás es porque has pensado mal de los demás dejando actuar al ego. Porque el única capaz de amar es el alma. Porque amar no es otra cosa que aceptarse a uno mismo, perdonándose no ser perfecto y al mismo tiempo aceptar a los demás  perdonando sus debilidades. Una cosa lleva a la otra y la otra a la una. El alma ayuda siempre a brillar a los demás, a sacar su luz, cuando las personas sienten nuestra compasión, sienten que las aceptamos con sus debilidades, sacan lo mejor de ellas. Y por último el ego es el encargado de que las cosas nos molesten, irriten o saquen de quicio. Cuando sientes alguna de estas cosas es el ego quien te intenta alejar de los demás. “Mira como te tratan”, te dice,” tú no mereces eso, eres especial” o “tú no necesitas que nadie te diga lo que debes hacer”, o “tú no tienes por qué aguantar esto, esta persona no sabe llevarte, estás mejor solo”. Es el ego quien habla, el alma comprende que nadie te hace las cosas con maldad, puede que tengan debilidades, sí, como las tuyas, pero el alma no se ofende por eso, el alma nunca se siente atacada, no personaliza, no es algo que te hagan a ti, son debilidades de los demás pero no es personal, no te atacan, no te dañan, no te quieren joder ni tocar los huevos. El alma no se ofende, esa sensación la crea el ego. Y si quieres dejar de votarlo, continuamos en el siguiente post

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